San Cristóbal es una localidad históricamente pobre. Le ha aportado por décadas al resto de la ciudad madera, arena, cemento, ladrillo, vidrio, agua y fuerza de trabajo mal valorada; fuerza de trabajo, que al volverse comunitaria construyó casas, vías casas, servicios, colegios y centros de salud. En San Cristóbal la gente le hecho la tarea al Estado.
A cambio tenemos una localidad sin oportunidades para el trabajo, para la educación técnica y profesional. Donde al arte y el deporte son una distracción para minorías y no una opción de vida. Donde nuestra niñez y juventud debe crecer sola, educada en la calle, esperando el reclutamiento estatal y el rebusque como condena. Donde nuestras mujeres viven violencias silenciosas y nuestros mayores un arrinconamiento que se oculta tras un bono.
Las carencias y problemas en la localidad abundan y el presupuesto local no se distribuye sino que se rifa y si hay para unos no hay para otros, se hace un hueco para tapar otro lo cual no puede seguir siendo nuestro modelo de construcción de lo público. No debe ser así para una localidad rica en agua, en bosques, con una ubicación estratégica regional que conecta al centro de la ciudad con el oriente del departamento y el país. No debe ser así para una localidad fuerte y diversa en organización social.
Es un problema de ciudad y de su modelo, que destina unas zonas para la recreación, otras para bancos y otras para basureros, canteras y mano de obra. Vivimos en una localidad hotel, donde la gene apenas llega a dormir, sin derecho a disfrutarla y aprovecharla. La solución no pasa solamente por la distribución acertada del presupuesto y de las líneas de inversión en el plan de desarrollo, menos con la concepción piñata que tenemos de nuestro presupuesto. La solución pasa también por un cambio gradual del modelo de ciudad, de la distribución de cargas y beneficios, por lo cual nuestras apuestas y buen vivir dependen de la forma en que nos paramos y gestionamos frente a la ciudad. El reto está en generar un cambio en el modelo de ciudad desde la gestión local, respaldada y fortalecida por la movilización política y social de las redes y organizaciones populares de base.
EL 30 DE OCTUBRE VOTE OCHENTA Y NUEVE PARA QUE LA POLÍTICA RENUEVE
89 A LA JAL DE SAN CRISTÓBAL
bien por la evo-cación de Bolivia, se siente el MAS, el Vivir Buen, la Reciprocidad, también creo que es por ahí.
ResponderEliminarun saludo.
jcgallego, sociologo mg en historia. univalle.
docente ied república del ecuador.